Mediación: Técnica o Profesión
Contribución de:
Lic. Betzzaida Cruz Mendoza
Directora del Centro de Mediación del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Oaxaca
Sin duda alguna, uno de los temas mayormente debatidos en cada uno de los foros en donde se aborda la Mediación, ha sido el perfil del mediador, y precisamente el marco del Octavo Congreso Nacional de Abogados no fue la excepción, pues grande es la preocupación en definir si el ejercicio de la Mediación solo requiere de una formación técnica, o bien, una educación profesional.
Al respecto debo decir que desde la experiencia obtenida por el Centro de Mediación Judicial del Estado de Oaxaca, mismo que pertenece al Poder Judicial de dicha entidad, se considera que no obstante que el ejercicio profesional del Mediador requiere del conocimiento de ciertas técnicas para cumplir su función de tercero neutral en un conflicto ajeno; esta formación debe tender a consolidarse como una profesión independiente a la instrucción base recibida, toda vez que si bien es cierto la formación educativa que tiene un trabajador social, un psicólogo o un comunicólogo se ve revestida de conocimientos genéricos en ciertos temas para favorecer la comunicación entre las partes involucradas en un conflicto, sin duda alguna también se debe reconocer que estos profesionistas incluyendo a los abogados, desconocemos aspectos claves que en la práctica profesional del Mediador son medulares, de ahí que se considere que la formación de un Mediador debe ser con un carácter profesional e independiente a su instrucción base.
Lo anterior se afirma en este sentido ya que por principio general y viendo el auge que ha tenido el tópico de Mediación a nivel nacional -al grado tal que algunas entidades federativas como son: Guanajuato, Colima, Chihuahua y Oaxaca, ya cuentan a la fecha con una Ley Estatal de Mediación y otras más como son: el Estado de México y el Distrito Federal, una normatividad secundaria donde exigen genéricamente estar capacitados en técnicas de mediación e incluso haber aprobado los exámenes teórico-práctico relativos al proceso de mediación- resulta necesario brindarle al usuario tanto en áreas publicas como privadas un servicio profesional por seguridad jurídica, máxime si éste se ofrece en Centros anexos a Tribunales Superiores de Justicia, ello independientemente que siendo este tema tan novedoso en nuestro país y noble en sí mismo, es indispensable formar a través de diplomados a los futuros mediadores, buscando en su ejercicio la interdisciplinariedad y partiendo desde luego en la plena convicción de que el futuro mediador, debe tener muy clara la ayuda humanitaria de su función, además debe de conocer temas relativos a la programación neurolinguística y conocer los principios básicos de la negociación, las tácticas de validación a seguir para llegar a un acuerdo basado en la filosofía de la mediación, es decir, en un ganar-ganar y por último, el punto toral encausado al conocimiento puntual de la mediación, su proceso, el perfil del mediador y elementalmente el ejercicio vivencial de las sesiones a desarrollar, pues con todo ello estaremos dando el primer paso para formar mediadores eficaces que debe ser aparejado en el ejercicio profesional con una formación continua en la capacitación del Mediador en otros rubros, que por lógica la misma práctica cotidiana de su labor le van ha exigir, pues no debemos olvidar que él diariamente vive en el corazón del conflicto.